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viernes, 18 de diciembre de 2009

Panorama IV

Es un momento crucial, donde se necesita tomar las riendas del destino propio y elegir un camino sin retorno.
Cuentoles que nuevamente fui seducido por el arte otra vez, esta vez, nuevamente, por la danza, por la salsa, no la que se come, la que se vive en vivo con el cuerpo. Quedé maravillado cuando presencié el momento cúlmine, donde los cuerpos están sincronizados, son un solo cuerpo danzante, sublime, feliz, hermoso. Se te hace agua la boca de verlos, te transmiten la felicidad que sienten al bailar. Concentrados, no sonríen pero el placer que sienten no puede ser disfrazado. En efecto, bailar tan majestuosamente no debe ser fácil, y requiere toda la atención de la cabeza.
No pude resistirme al perfume del baile, el aroma es embriagante, dulce y salado a la vez. Es frío y caliente, es amor y odio, aceptación y rechazo, es ambivalente. Es deseo transformado en pasión, es desearse con elegancia, destreza y finura. Por suerte mi paciencia calma mi deseo de imitarlos y me limita a aprehender lentamente, paso a paso. Para ser grande primero se debe ser chico.
Es lindo sucumbir ante la seducción de tan buena amante. Una amante constante y universal, multiétnica, se hace desear y te desea, pero no te necesita imperiosamente. Es como un gato, se va a acercar si le gustas, si podes ofrecerle algo que desee y le guste. Si podes seducirla tan bien como ella, pero nunca lo vas a lograr.
La danza es el arte de los cuerpos. La danza es la poesía donde cada movimiento es un verso. Me enamore otra vez de arte, olvide las penas que me causó, porque inconscientemente siempre la amé, como un iluso, como un niño, que ama ingenuamente. Yo amo el arte, amo danzar, amo lo que me genera amar a la danza y quiero que la danza me abrace con la delicadeza de una mujer enamorada. Es como morir y revivir, o poder volver a esa muerte falsa cuando quieras, donde no existe la corrupción en ningún sentido. Es un viaje interminable, como esta nota.
Porque seguiría escribiendo si así lo deseara, porque no hay suficientes caracteres en el world wide web para que entre una oda al arte.
En fin, Eso.

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