ATENCIÓN

Los niveles de subjetividad presentes en las publicaciones que usted potencialmente puede llegar a leer pueden generar disconformidad, debate, concenso, vómitos y nauseas. Se sugiere que cualquier persona poco tolerante en cualquier aspecto de la vida se abstenga de leer. Ante cualquier duda, consulte a un proctólogo.

Información personal

Agasajete, llenemos este cuadrarito...

sábado, 21 de julio de 2012


Ale:

Hoy me levanté a las 5 am. El clima era feroz. El frío, asesino. Mi desgano mezclado con mi cansancio fueron cómplices ideales para no pensar en este día sino hasta un par de horas después. Luego, una vez atravesados los saludos hipócritas de turno, llegué a mi casa y abrí el armario, solo para encontrarme con la remera que me regalaste para un día del amigo. Pero que me la diste al año siguiente, en el mismo día. Si, me diste en un día del amigo el regalo de año anterior y el del mismo año a la vez. A la vez me prestaste una serie que tardé 8 meses en regresarte y prometí conocer tu casa, promesa que hasta el día de hoy no cumplí.
Y hoy vi la remera, y se me escaparon unas lagrimas, aunque prometí no sufrir por tu partida. Me atreví a tomar una decisión importante para mi, y es que si bien no pretendo hacer de tu muerte una tragedia sino un milagro de tu vida, me decidía llevarte siempre conmigo, en la consciencia, en la ropa, en la piel, en la vida.
Estoy preparándote una sorpresa que creo que te va a gustar. Es difícil, porque quiero que sea ingeniosa, cómica y exprese en una sola imagen todo lo que fuiste en mi vida. Por eso es dificil, pero tengo gente dispuesta a ayudarme para que sea digno de vos...
Si todo me sale bien, va a haber una linda anécdota para contar sobre algo que yo haya hecho por vos, como para variar un poco las anécdotas sobre lo que vos has hecho por mi...

Te quiero amigo.
Marcos.

miércoles, 6 de junio de 2012

Crónica de un asalto.

Recibí un llamado del deber. El destino era sospechoso, pero la mayoría en si mismos lo son, con lo cual, no fue motivo para no acudir a él.
El predio de Boca/Barcelona en La Candela era el lugar. La noche era la cómplice ideal. La situación, un anciano. Debo admitir que no percaté de inmediato el peligro. Sino, más bien, un leve aroma a tensión. El muchacho clavó sus ojos en mí desde que llegué al lugar. El pasajero no respondía a los llamados de bocinazos, palmas y timbre, pero aún así lo esperé, mi bolsillo estaba pensando.
El individuo se transformó en dupla, y la dupla se trasformó en cuarteto en cuestión de segundos. No creo que lo hayan planeado, sino que vieron una oportunidad y se creyeron con suerte. Una muchacha con un cochecito de infante se posó sobre la reja y comenzó a palmear. Su presencia me hizo ruido, pero a la vez no, tal vez buscaba a otro anciano del geriátrico.
Acudí a mi radio y le dije al coordinador que la presencia del cuarteto me generaba incomodidad y sospechas. Pero, a la vez, que la muchacha era el cable a tierra de la paranoia de la inseguridad. Al levantar la mirada, ninguno de los 5 susodichos estaba en el lugar. Alertado por la paz previa al huracán, subí al auto a toda velocidad y como si el alma se escapara del cuerpo pise el acelerador. con un estruendo las ruedas chillaron para arrancar, a la vez que otras ruedas chillaron para frenar. Me habían encajonado la salida. Debo agradecerle a Diosito que el conductor no haya tenido el pie para frenar justo en le medio de la calle, pues de haberlo hecho, me hubieran acorralado. Falló la puntería, y la ochava de la bocacalle quedo al descubierto, con un rápido volantazo esquivé el auto, mientras 2 personas bajaban de él.
Doblé la esquina acelerando, y una motocicleta me alcanzó, no presté atención a los ademanes de sus dos ocupantes. Pero luego de 25 metros de estar cabeza a cabeza, y temiendo lo peor, hice lo que cualquier héroe de película de acción hubiera hecho (Gracias Hollywood), arremetí contra ellos. La motocicleta dio un vuelco, pero como si no faltara algo para hacer la situación más peligrosa, un camión con acoplados no tuve mejor idea que hacer su recorrido por calles internas.
Con puntería cirujana, o suerte monumental, logré atravesar la bocacalle siguiente justo antes del camión. Con la cobertura suficiente para salir del lugar a máxima velocidad.

El coordinador recibió un puñetazo en la cara.

martes, 29 de mayo de 2012

Decidido a reactivar mis neuronas a la hora de teclear, decidí ahondar en el único tópico medianamente activo de mi acutalidad bloggera, Jaél. Me dispuse a ponerme al día con ella, bah, en realidad con su reflejo literario, el que deja ver a través de su filtro (filtro que descubrí con confesión mediante).
Mentiría si dijera que no fué un viaje lisergico de emociones encontradas y evoluciones constantes, desarrollos lógicos y madurez, mucha madurez. Se desvivía por el romanticismo, tal vez paródicamente, pero quería un ideal, todos lo queremos. Pero ella lo añoraba. Lo recordaba con nostalgia como si lo hubiera tenido en otra vida, lo hubiera perdido trágicamente, o se lo hubieran arrebatado.
Compartíamos una visión filodóxica de muchos temas, y en base a los recuerdos más próximos de nuestras interacciones deduzco que aún los compartimos. La música un factor común y la sexualidad no me es importante más que la mía.
Destruyó los paradigmas que le hicieron y se hizo a sí misma. Creo una conexión de imperfeccionismo perfectible a base de capacidades rotatorias, bolubles e inconstantes. Es asombroso. Perfecciónó una independencia ideológica que no era más que una incipiente idea en su momento.
Rozando el reduccionismo podría atinar a tildarla de hipster, o indie, o simplemente alguna tribu social o contracultura, pero en el fondo no creo que encaje en  ninguna.


El tiempo es arena en las manos.


Si antes la recomendaba, ahora la recomiendo el doble. Definitivamente tiene muchas aristas para conocer. Peace. 

viernes, 2 de marzo de 2012

¿Por qué le estoy tirando a Batman con esto?

Homero miraba extrañado por la ventana del rascacielos más alto de la ciudad y contemplaba la autipista en toda su extensión, imaginaba rutas y preparaba itinerarios imaginarios que quizás nunca necesite, pero así entretenía su mente. Se fijó en una zona de la sinuosa autopista que no estaba finalizada todavía y pensaba para sí "Perezosos obreros que no pueden terminar una maldita autopista". Realmente no se por que se aventuró en la autopista en construcción, pero algo de ese lugar le atraía y, acostumbrado a seguir a sus instintos, fué a investigar que diantres ocurría en ese lugar.
Algo más curioso, es por qué carajo fue a buscarme a mi para que lo acompañe, a lo que yo no sabía que sería una de las mas extrañas experiencias de mi vida, además de desconocer el motivo por el cual acepté, pero ya no importa ya.
Nos encontramos en unas rudimentarias escaleras justo en el lugar donde la autopista terminaba y bajamos a través de ellas, llegamos a un improvisado muelle donde un bote de motor nos esperaba Ned para zarpar. Atravesamos un riacho poco profundo en una zona pantanosa, avanzamos hasta que el río dio lugar a una pequeña costa de la cual nacía un camino de tierra. Un Jeep estaba estacionado y nos subimos a él. Nadie emitió ningún sonido, como si todos supieran por qué y para qué estaban allí. Lo extraño es que yo no tenía la menor idea de por qué había accedido a realizar ese extraño viaje.
Llegamos hasta una gran reja oxidada de hierro de dos metros de altura y cuatro de largo, trepamos por las paredes y entramos a una especie de reserva natural, un bosque se extendía a nuestra derecha y un río corría colina abajo por nuestra izquierda, una cascada pequeña se extendía hacía abajo justo a la izquierda de la reja. Una escalera con columnas greco-romanas adornaba la cima de la cascada y bajaba en dirección oeste para luego girar al norte, formando un codo, que daba al río que se formaba luego.
Me extendieron un rifle de aire comprimido con dardos tranquilizantes y me señalaron un objetivo. Donde terminaba la escalera había unas personas disfrutando del lago, al mirar a través de la mira telescópica, pude observar a Batman recostado sobre una reposera con una ametralladora M16A2 en el regazó, disfrutando del sol, a su lado, una muchacha de aproximadamente 21 años, que me miraba fijo sin realizar un solo gesto.
Atiné a realizar la única pregunta que atravesó mi mente "¿Por qué le estoy apuntando a Batman con esto?". Me contestaron que él intentaba destruir la reserva natural para construir su casa de verano. Ese motivo fue suficiente y apreté el gatillo. Dí en el blanco, pero al parecer no fue un tiro certero, le dí en el brazo, motivo por el cual el efecto del dardo no sería prolongado.
En ese momento toda la seguridad comenzó a desplegarse, algunos comenzaron a subir las escaleras en nuestra dirección, otros se metieron en el río, otros se dirigieron río arriba. Cuando los guardias de las escaleras comenzaron a acercarse, volteé para pedirle apoyo a mis acompañantes y descubrí que ni Homero, ni Ned, ni ninguna de las personas que fueron conmigo a ese lugar estaban allí, sino que eran activistas armados, los cuales me dieron un revolver y abrieron fuego contra los guardias que se avecinaban.
El tiroteo no demoró en comenzar, uno a uno los guardias y los activistas fueron cayendo hasta que solamente quedé yo, y ellos llamaron refuerzos. Tomando las armas de mis compañeros caídos, defendí mi posición hasta que las municiones se acabaron para ambos bandos.
Dos de ellos y yo, en una pelea amano limpia, bah, no tan limpia, pues tomé el rifle por la punta y les día con la culata hasta que ésta se partió. Luego de acabar con ambos. Apunté hacia donde Batman debía estar, pero, para mi sorpresa, él ya no estaba allí; el bastardo había huido durante el tiroteo.
A toda velocidad bajé por las escaleras y corrí río arriba. Para llegar a una puerta de rejas envuelta en enredaderas. La abrí con mucha dificultar y entré para sorprenderme que estaba en mi propia sala de estar, en mi propia casa. En medio de la sala había una roca negra con forma de cromosoma de la cual salían dos esferas del tamaño de de una bola de boliche celestes del mismo material rocoso.
Mi familia estaba en la casa a excepción de dos de mis hermanos (uno de los mayores y el menor) y mi madre, además de una amiga de mi hermano mayor que yo nunca había visto.. La casa estaba plagada de pasajes secretos y sorpresas como armas de destrucción masiva. En el baño no había ningún juego, solo una cámara de vigilancia con un panel de números a su lado
Luego de tomar algo de armamento empezamos a buscar a Batman, sin antes recorrer con extrema precaución cada una de las habitaciones pues había toda clase de "juegos" y puzzles bastante peligrosos para resolver. Repentinamente veo aparecer a un muchacho que conocí en mis vacaciones a Baradero este ultimo febrero (ya hablaremos de ello) llamado Angel, muy bien armado y en busca de algo. Abrió fuego instantáneamente después de vernos, y deduje que debía estar atrapado buscando la forma de ganar su "juego" para poder huir. Claramente su misión era matarme, así que el tiroteo no tardó en comenzar. una vez sin balas la batalla fue cuerpo a cuerpo hasta que en una maniobra afortunada un balazo le dio en el estómago a Angel.
Si bien el trató de matarme, mis recientes vivencias con él me llevaron a quererlo, con lo cual,mientras agonizaba y mis lagrimas se mezclaban con su sangre, me dio un mazo de cartas. No entendía lo que intentaba señalarme en ellas. yo le pedía entre zollosos que me explicase que significaba eso, entonces con sus pocas fuerzas me dió un Rey, un As y un tres. La particularidad es que el Rey no tenía el numero 12, sino que tenía el numero 13.
"Uno y tres, trece. no entiendo Angelito, no entiendo". Era tarde, él ya había muerto. "es un código trigonométrico" escuché a la amiga de mi hermano señalarme, entonces le di a ella el mazo y me dispuse a continuar las misiones cuando alguien tocó a la puerta.
Por la ventana pude ver que eran tres personas al mejor estilo cumbiero. Que, al abrir levemente la puerta me pidieron dinero; ante mi negativa me pidieron cualquier cosa. Y ante mi nueva negativa quisieron entrar. realmente no tenia tiempo que perder con ellos, con lo cual quise trabar la puerta con una diminuta traba que tiene.
De un golpe el que me habló la rompió y luego, de su mano, comenzó a salir una especie de piedra picúda la cual me lanzó, a duras penas pude esquivarla y huí, al mismo tiempo vi que una de las rocas celestes se había roto a causa del impacto de la piedra picuda que me lanzó y salieron ametralladoras de las paredes y comenzaron a disparar en todas direcciones el muchacho comenzó a seguirme y los dos acompañantes entraron a hacer Dios sabe que cosa. Las piedras zumbaban en mis oidos pero no me dieron, salí al garage y me siguió. La puerta que daba afuera estaba trabaja y me acorraló, cuando me fije en el nuevamente ya no era una persona, sino que era un ser alto como de dos metros cuya piel estaba recubierta completamente por ese material que salía de su cuerpo, todo su cuerpo eran de piedra color escarlata y amarillo brillante y comenzó a formar una especie de boomerang mientras yo trataba de destrabar la puerta de la cocina que da al garage. Con la justa suerte que cuando el me lanzó su boomerang yo entre, y éste quedó incrustado en la puerta. Lo tomé y se lo lancé de regreso, el boomerang le cortó el brazo entero desde el hombro y ahí lo descubrí. el único material capaz de romper o cortar estas rocas durísimas eran el mismo material. con lo cual, cuando el boomerang regresó a mi, sólo necesité un tiro para cortar su cabeza.
Y aquí estoy ahora, parado al lado de su cuerpo inerte  e intentando ver como usarlo como arma. no hay caso, lo único que tengo el el boomerang, su cuerpo comienza a hacerse ceniza. Me apunto hacia la cocina cuando siento los pesados pasos del monstruo para ver que había otro parado en el mismo lugar (¿Será el mismo?) Rápidamente tomo el boomerang y al punto de lanzarselo me habla:

_ Papito, papito, pará. Soy yo, papá.

_ ¿Papá?

_ Si, me puse así cuando rompimos la segunda piedra celeste.

_ ¿Cómo hicieron? ¿Y las ametralladoras? ¿Y... Bueno, no importa, ¿Podes apagarlo, o pasármelo a mi.?

_ Si.

Lentamente la roca comenzó a contraerse y pude ver su rostro, se redujo en altura y volvió a tener carne en el cuerpo. Extiende su brazo y de él sale un haz de luz que se mete de lleno en mi pecho. me siento raro, volátil y ligero, pero sólo un segundo. Entramos en la cocina y nos dirigimos al baño. Y mi hermano está con él:

_ ¿Dónde está tu amiga?

_ La mataron esos pibes.

_ ¿Y los pibes?

_ Los matamos.

Mi hermano está desolado, las lagrimas quieren salir de sus ojos pero el no lo permite. Toma su teléfono y llama a su amiga, como si no quisiera creer que murió y como si tuviera la ilusión de que ella conteste. Suena, suena, suena:

_ Hola. ¿Pablo?

Me asombro increíblemente, no puedo creerlo, mis ojos están tan abiertos que los abro. Me levanto, miro a mi alrededor y digo:

Qué sueño más bizarro