Domador de Chevys: Chapter ∞ - Hogar Dulce Hogar

Se notaba en la expresión de la cara de Marcos que era su primea vez disparando un arma y también matando a otra persona, no obstante, se incorporó y junto con Furcia arreglaron el desastre que resultó del altercado al tiempo que la cantinera intentaba hablar con el chico.

Dudaba de que decir, y cuanto tiempo debía esperar para que sea un momento adecuado, pero no tuvo que preocuparse por ello porque él tomó la iniciativa.

-Nunca había atado a nadie- esbozó.

-¿Cómo te sentís?- Contestó ella.

-Eso es lo que me asusta, no siento pena por ello, ni siquiera lo lamento, de hecho quería hacerlo-

-De no haber actuado, probablemente no estaríamos conversando Marquitos-

Al terminar, Furcia colocó un cartel anunciando que la cantina cerraría por el resto del día y llevó al aún atónito muchacho a su habitación. Una vez allí, hablaron sobre Dodge y como Marcos aseguraba conocerlo sin saber que era él. Le contó a la única persona que la oía con atención que el viejo y el niño tuvieron varias peripecias para resolver juntos a causa de la facilidad con que el muchacho se metía en problemas y Furcia se quedó con él toda la noche.

Por otro lado, Toro estaba en su habitación vendándose cuando oyó ruidos de cascos y dedujo que debía ser Norita, la muy tonta se había perdido el espectáculo y no hay nada más aburrido que contarle a alguien lo sucedido, por lo que cuando ella entró el la recibió con un simple "Preparate, porque vamos a tener que criar al hijo de Dodge".

--<··ESCENA EN QUE PASA EL TIEMPO··>--

Pasaron 6 meses sin muchos contratiempos enseñándole al chico cuestiones básicas de combate cuerpo a cuerpo, armas de corto y largo alcance, de fuego o blancas y sobre todo de a variedad de bebidas alcohólicas que pueden ser usadas para embriagarse o para curar heridas. El Toro, Norita y Oveja veían a Marcos como un hijo después de todo, Furcia construyó un lazo fuerte con él, no se por que, pero siempre que le preguntaban aseguraba "Hay algo en su mirada".

Toro y su aprendiz estaban entrenando como ya era habitual cuando Norita advirtió que el Oveja había salido de su cuarto. -"Las cosas están muy tranquilas por Longchamps"- aseguró; y volvió a meterse en su habitación. Todos los presentes oyeron y se escucho a Marcos decir -"¿Eso significa que va a pasar algo malo?"- y acto seguido el Toro le dio un golpe por incrédulo.

No más cerca de la realidad podía estar el comentario del Oveja, y mucho más cerca estaba el de Marcos. Porque las cosas estaban muy tranquilas y algo muy malo estaba a punto de pasar.