Copadisimo, los objetos comunes en realidad son armas celestiales...

¿A donde vas flaco? Con esas zapatillas no podes leer. Vení, pasá por acá y lee el capítulo 9.

Capítulo 10.

Diego adoptó una posición de combate bastante rústica. Enfrente estaban los tres personajes que Tolkien había hecho aparecer.

-¿No es un poco desigual la batalla Miguel?- Preguntó Marcos - ¿Puedo pelear un poco también?

-Be my guest Mikael - contesto Miguel - Vos también deberías Lacabel, cuesta trabajo dominar los dones rápidamente.

-Bueno - dijo armoniosamente Ayelen.

Los ángeles se pusieron detrás de Diego y se prepararon para una batalla dura. Ayelen tomó sus lentes y éstos comenzaron a brillar hasta cambiar en un Kwandao cuando un ruido estruendoso se escucho. Se vieron un par de pistolas caer de algún lado. Una era toda plateada y una completamente negra, ambas calibre 45. con una nota pegada que decía "Marcos" en ella. La nota decía:

"El otro día te vi jugando al Metal Gear y pensaste que te gustaría aprender tiro, bueno. Cuando agarres estas pistolas vas a ser todo un gunman.


Firma. Dios"

Marcos las tomo y un haz de luz rojo cubrió sus manos hasta cubrir su cuerpo, comenzó a hacer malabares con las armas como si fueran pelotas de malabarismo hasta que un tiro se escapo de ellas e impactó de lleno en su mano. El agujero era del tamaño de una pelota de golf.

-Tengo miedo - le dijo Diego a Chaplin en voz baja - ¿Estás bien?

-Emmm, sip - aseguró sonriendo Marcos - No duele porque entró y salió, además ¿no soy un ángel?.

-A ver - gritó Einstein desde lejos - pensá que cada vez que tires al aire la pistola aterrizará en tu mano sin importar la trayectoria.

Marcos jugueteó nuevamente con las pistolas - la dirección de la bala es inalterable, pero considera que si puede rebotar. Mikael disparó al filo del Kwandao de Ayelen, luego rebotó en el PSP de Miguel para finalmente cortarle un mechón de Cabello a Legolas.

-¡Aaaaaaaahhh!, Listo, ya entendí.

Legolas dijo algo en idioma elfo que no entendí y arremetió contra Marcos con sus sables y Marcos esquivaba los golpes como si pudiese doblar su cuerpo. Ayelen acestó un golpe a Frodo que lo dejó fuera de combate al instante Y la atracción estaba entre Diego y Aragor que peleaban fervientemente. Aragor atacaba constantemente y Diego apenas y podía detenerlo. Estocadas, voleas, golpes, puntadas, todo era repelido como si Diego fuese una pared. No lograba atacar, pero no había recibido golpe alguno.

Marcos parecia disfrutar la ira de Legolas, quién, cansado de perseguirlo y no alcanzarlo gracias a la velocidad del querubín, disparó tres flechas contra el atravesando su pecho.

Diego intentaba infructuosamente de atacar a su enemigo, pero solo conseguía hacerlo reir. Con un movimiento rápido y efectivo, Aragorn cortó de cuajo la pierna derecha de Diego e hizo que caiga al suelo.

Marcos tomó sus pistolas y comenzó a escupir balas contra Legolas, que lograba desviarlas con sus sables. Chaplin gritó "La distracción es la clave de la estrategia" al tiempo que Marcos recibía flechazos constantes de su contrincante, que no falló en ninguna oportunidad. Mikael tomó su arma plateada y la arrojó contra el rubio elfo, quien se encandiló con el reflejo de las auras; apenas recuperó su campo visual, buscó a marcos con la vista, no vio nada más que el camino de sangre que lo diría a sus propios pies para encontrarse que Marcos estaba entre sus piernas -Creo que entendí lo de la distracción Charles -y acto seguido baleo al elfo que cayó inerte al suelo.

Diego, intentaba levantarse pero Aragorn, dispuesto a sacar lo mejor del muchacho, le cortó las manos y quería rematarlo,pero Marcos le tocó el hombro y Diego aprovechó para barrerlo con su pierna sana y pararse al mejor estilo Karate Kid. Al tiempo que Aragorn estaab suspendid en el aire, Marcos le dio el mismo trato que a Legolas. Luego, los tes seres imaginarios desaparecieron.

-Bueno, estuvo entretenido ¿No Tolki?

-Seguro.

-¿Hola? Estoy acá eh, no me morí

-Ah, cierto tus heridas - Dijo Miguel tocando los muñones de Diego, que vio como sus manos se regeneraron de la nada.

Todos abandonaron el lugar a excepción de los jóvenes.

-Che, Marcos, ¿Cómo es que no me morí ni sentí dolor?

-Porque estas muerto Diega- contestó - Moriste en el instante que toqué tu hombro y te pedí que me sigas.

-Pero Tolkien dijo...

-Si, se lo que dijo, dijo que íbamos a avanzar porque estamos vivos. Pero es la vida después de morir en el cuerpo. Por eso te sentiste ágil y atlético.

-Esa es la verdad de la milanga- aseguró Julian.

-Claro, él también murió - agregó Ayelen - y ahora tenemos que ir a buscarle la lanza.

-¿Tenés alguna habilidad Julian?- inquirió Diego

-No se, ni idea.

El capítulo diez esta en Cambios de Perspectiva