Che, en este capítulo aparece el malo, yo ya lo leí...

El capítulo 11 está acá

La Tierra había sido devastada en los 5 años que estuvieron en el Cielo, entre idas y venidas. Claro, en el Cielo el tiempo corre de manera distinta al de la Tierra ¿viste?. El grupo avanzó hasta salís a la calle, el cielo era color rojizo, y la gente no estaba por ningún lado. Los cuatro estaban alertas a cualquier movimiento y así se dirigieron al centro de San Justo. Las calles estaban desiertas y avanzaron sin problemas hasta llegar al monumento a San Martín que está en el centro de la plaza.

- ¿Por que vinimos hasta acá? - preguntó Julian.

- Porque a al lugar donde vamos no hay mucha luz- aseguró Marcos mientras intentaba arrancar la antorcha del monumento. - Y ésto nos va a guiar cuando lleguemos al lugar que tenemos que ir - Concluyó.

- ¿Y a dónde vamos? - Preguntó Diego esta vez.

- A Europa, peo el lugar es secreto - Interrumpió Ayelen - porque si se entera él iría tras ella.

- Eso no va a ser encesario - dijo una seductora voz femenina detrás de ello.

Todos se quedaron estupefactos y no querían voltear a ver, - Lo conseguí - gritó Marcos mientras la inercia de su fuerza lo obligó a voltear y contempló a quien había hablado. - Maaamaaaá - dijo el ángel con una típica tonada que lo caracterizaba. Todos voltearon a ver quien era y quedaron boquiabiertos al observar al mismísimo Lucifer en persona. No podría describirles como era físicamente, puesto que cada persona lo veía de manera única, pero si puedo decirles como lo veían cada uno de ellos porque me lo contaron hace poco.

Marcos veía a una mujer hermosisima, de uno metro setenta de alto, con cabello cuasí negro, con mechones marrones y rojos que formaban un color marronezco oscuro, unos ojos celestes como el mar, con tonalidades de verde y miel en el centro y las pestañas largas y curvas, unos labios deleitantes y en un tamaño justo y proporcionado, un cuerpo digno de una escultura renacentista y una voz sensual como sólo él podría describir. Vestida con un short y una remera ancha, que le llegaba a las rodillas y una sonrisa simpática y sugerente a la vez

Diego veía en esa persona a una mujer alta y corpulenta, de dorados cabellos rizadosy ojos verdes como esmeraldas, con un largo vestido rojo y unos lentes ejecutivos que eran tapados por los bucles que no permitían verle un de los dos ojos.

Ayelén veía a un hombre alto, delgado y con un físico torneado, cabello rubio y un ojo celeste y el otro ojo marrón, vestido de blanco completamente, galera, y bastón, guantes del mismo color y una voz profunda y solemne que imponía respeto.

Julian no quiso decirme que veia en él.

Todos adoptaron sus posiciones de combate excepto Marcos que ce acerco a ella y lo saludo. - Tiempo sin verte Lucy - dijo besándola en la mejilla - Creí que estarías en la reunión con Dios - le dijo.

-Cierto bebe - contestó, - Pero antes tengo que hacer que mis demonios se encarguen de ustedes - y acto seguido surgieron de las sombras de los arboles un ejercito de hombres y mujeres cuya belleza no podría explicarla en pocos renglones. Por lo que sólo les diré que era como un ejercito de Brads Pitts y Georges Clooneys y Angelinas Jolies y todos los actores y actrices lindos que hay. - Ah, cierto - Recordó Mikael - La tregua termino, bueno. Entonces llevate esto de regalo... - Con un movimiento fugaz el ángel colocó una de sus armas en la frente de la mujer y apretó el gatillo, la inercia del tiro la despidió unos cinco metros, derribando a su paso vario demonios. Los cuatro formaron una ronda y se prepararon para luchar, pero cuando todos los demonios se abalanzaron sobre ellos se escuchó un rugido infernal y todos los demonios se quedaron quietos.

La mujer se reincorporó con dificultad y riendose a carcajadas puso su dedo sobre el agujero que atravesaba su cráneo, el cual se fue cerrando poco a poco hasta quedar cara a cara con Marcos. - Sabes que adoro tu impulsividad Mikael, es muy sexy ¿lo sabías? - acto seguido la mujer lo besó apasionadamente ante la vista de todos los presentes y luego sonrió y se fué del lugar con un salto vertical. Una tensión invadió el lugar, completamente rodeados, los demonios comenzaron su ataque y uno por uno fueron cayendo hasta no quedar ninguno. Luego de recuperar sus formas humanas comenzaron a caminar hacia el norte. Ninguno quería decir nada de lo ocurrido, se notaba en sus caras que Julian y Diego querían hacer una pregunta pero no se animaban, hasta que Marcos interrumpió el silencio.

- Che, ¿A mi sólo se me paró el pito en la plaza?

Para el próximo capítulo vas a tener que irte de viaje hasta Cambios de Perspectiva