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El otro día Diego me pregunto si había tenido alguna revelación epifánica que haya hecho que vuelva a escribir como yo lo hago, ya que en el último tiempo estuve medio mediocre en mis producciones (si, lo admito). Pero en fin, la cuestión es que le aseguré que esto se debía a que había recomenzado a movilizarme y a tener experiencias y situaciones, que en base a mi cinismo y acidez se tornan desopilantes y divertidas.

Les voy a contar una anécdota del año pasado dividida en dos publicaciones, como para hacerme el intrigante y después, o sea pasado mañana, les voy a contar algo que me pasó ayer, pero que todo está relacionado.

29/11/09

Muy contento (y esto es importante ahora) voy a sacar el registro del conductor para poder darme el deleite de manejar el hermoso Dodge Volkswagen 1500 modelo '81 que mi madre posee color "crema pastelera" al departamento de tránsito de La Matanza.

Me levanté a las 7.30 y me fui hacia San Justo y llegue a eso de las 8. Me recibieron con el turno que previamente yo había sacado via internet y me pidieron mis datos y además la autorización firmada por escribano publico donde me autorizaban a realizar el trámite.

Desconcertado, le contesté que yo tenia 18 años y según la ultima ley sancionada al respecto, yo había alcanzado la mayoría de edad y podía realizar el trámite SIN dicha autorización.

Me contestaron que como no había sido publicado el boletín oficial y que no habían recibido en el departamento ninguna confirmación me tenia que joder y sacar una autorización. Por lo que me dieron un turno para una semana después para que saque dicho papel (me re calenté; mi humor cambió en una hora nomás)

Continuará...